Todos estos años me había gustado más escuchar que hablar; ahora hablo más de lo que me escucho a mi misma. En los años que escuchaba me deleitaba con cada secreto, eran tantos;de personas cercanas e incluso que no conocía.
Los secretos positivos, felices e indoloros eran una festividad dentro de mi tanto que incluso pensé en escribir listas de secretos todos tan interesantes, era cuestión de tiempo que se supieran pero tenia la premisa y eso lo hacia mucho más interesante. Cuando comenzaron a aparecer los secretos dolorosos según iba creciendo me impactaba cada vez más sobre lo que escuchaba, quizá a partir de ahí comencé a ver el mundo un poco o mucho mas crudo y aun seguía con la idea de hacer una lista pero esta no iba a ser más que recordar dolores infinitos que se hicieran presentes al leerlos o ser escritos, como decretados para estar mucho tiempo aquí y nunca dejarlos ir, al final decidí dejar ambas cosas en su instante.
Algunas mentiras llevan a secretos, hasta hace poco deje mi lema de cero mentiras y por lo tanto tengo secretos. Siento que cuando hablo ya no se lo que digo, que no lleva a nada, que todo pareciera mentira, que estoy hablando pero en silencio.¿ Como dejar de lado que me siento cada día más inexistente ?; como escribí algún día: Cada día una parte de mi se esfuma, se remonta al pasado antes de salir a este mundo, desaparezco parte por parte. ¿Hasta cuándo me mantendré?
Me desvanezco entre lo mas profundo de la vida
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