miércoles, julio 05, 2017

¿Cómo estás?

Esa pregunta es fácil responderla cuando la persona no sabe nada o sabe todo (porque ya ni pregunta) pero cuando sabe la información a medias me irrita de modo descomunal. No se trata de gripe, soy más enojo el día de hoy que cualquier cosa, la irritabilidad no para, hasta cierto punto ya no me gusta hablar de mi y si quieren saber de mi y preguntan, sólo respondo: lee mi blog. Es cansado mentir, explicar. Están a un click de tener una plática a destiempo conmigo y aún en tiempo parece que estoy ausente. Últimamente me dicen sería, lo estoy. En la aventura de tratar de entenderme, de entender a los profesionales, de procesar que comenzaré de cero o dejaré la escuela y todo a causa de una falla técnica humana me pierdo y parece puro egocentrismo pero no, de hecho es un caso aislado porque nadie me lee; como dos personas cercanas nada más y evito tener conversaciones con las demás personas por varias razones: me aburren, no quiero hablar de lo que pasa, no se nada del mundo actual y eso no nos deja tener una conversación sensata respecto a la vida de un ser humano adulto (o eso se piensa). Si, también puedo hablar bien con las personas saltandonos el ¿cómo estás? Sin que me aburra pero son momentos muy fugaces y antes o después de eso la irritabilidad lo arruina y no cualquier persona soporta eso (ni yo misma) lo peor es que a pesar de ser consciente de eso (a veces no) no sé como pararlo y pasa con el enojo, la irritabilidad y tristeza.

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