Esto no es una declaración, sólo pensé que te haría saber que digo adiós.

Al terminar la preparatoria naturalmente (quienes tienen la posibilidad) se mudan a una nueva ciudad para estudiar la universidad ya que mi ciudad es muy escasa en las carreras que ofrece.

Llevo casi año y medio sin estudiar y tres meses sin trabajar, he estado ansiosa por entrar a la universidad. Este año que seguí viviendo en mi ciudad vi como cada persona que tenia cerca emocionalmente se esfumaron unos con mas rapidez que otros.

Soy de las personas que trata de recordar cada detalle de su vida (A partir de la primaria), incluyendo personas o experiencias y me desespero cuando no logro poder recordarlo, la mayor parte del tiempo estoy tratando de recordar algo que me haya fascinado, en una ocasión leí que las cosas buenas que nos sucedieron lo recordamos aun mejor y las cosas malas aun peor de lo que fueron, he pensado en que tenga razón pero desearía que no.

Al no entrar a una escuela seguido de graduarme fue algo nuevo, porque no estaría rodeada de gente de mi misma edad 8 horas al día. Cuando comencé a trabajar estaba rodeada de solo 2 personas en una oficina con mayor edad que yo, eso hacia que en ciertos momentos extrañara a mis amigos, momentos en los que me hubiera gustado estar con ellos así de cerca como en la preparatoria o secundaria pero se habían marchado y algunos ya ni me hablaban.. Al sentir que no cerré mi circulo de estudiante me quede atorada en los recuerdos de la preparatoria y las ansias de la universidad. Constantemente veía fotos donde estaban las personas que me habían rodeado los últimos años, era inevitable recordar lo importante que fue o es cada uno en mi vida.

En este tiempo perdí a la mayoría de mis amigos y no se cual es la verdadera razón pero me asusta (siempre le tuve temor al olvido), me quedé con muy pocas personas que siguen compartiendo sus tristezas o alegrías aun a la distancia, a un par aun los veo en las vacaciones cuando vienen a visitar a sus familias y eso me basta para sentirme aun parte de algo que me hace feliz.
Pero ahora quiero recordar poco, como todos los demás. Es hora de dejar de recodar tanto, hora de seguir y de decir adiós.