Caminaba a media noche fumando un cigarrillo por el malecón cuando entonces decidí sentarme, quitarme los zapatos y sentir la fría arena que posaba debajo mio, extrañaba esa sensación.. me di cuenta que hace mucho tiempo no lo hacia y no tengo una explicación, simplemente no lo hacia.
Comencé a caminar al frente cuando una pequeña ola toco mis pies y sentí que me desmoronaba, me di cuenta que pertenecía a esa espuma, a esa arena.. a ese mar tan cálido; he pertenecido a todo este tesoro durante 19 años, incluso aun cuando era una partícula, una ilusión.
Este lugar ya tiene un poco de mi, y yo mucho de él.
A dos semanas y un par de días las emociones de despedida ya viven en las platicas fugaces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario