Algunas noches como hoy tengo ganas de pelear, gritarnos, para terminar en un abrazo y un te amo sin palabras. Pero amor, las cosas no son sencillas para nosotras, no puedo verte ni tocarte y en cada inicio de una pelea me derrota el miedo de ya no poder seguir hablando contigo y no podamos arreglarlo antes de ir a dormir. Estoy a un click de poner desaparecer de tu vida si quisieras, al menos en esta situación. En cualquier ocasión distinta no me preocuparía tanto, podría ir a tu casa o sabría que te vería pronto y me las ingeniería para que ya no estemos enojadas.
Esta no es la peor parte, si las cosas son así cuando peleamos, cuando estás triste es aún mucho más frustrante no poder estar para consolarte, para que me puedas sentir y ver que realmente me interesas y que haría bastantes cosas para ayudarte a sanar sea cual sea lo que te mantiene así.
Mi vida... te amo, ya quiero que todo esto se vuelva más real de lo que es, con todo lo bueno y lo malo. Ya quiero que tengamos el mismo uso horario, que tardemos en decidir a donde iremos a comer o que película ver en el cine, tomarnos de la mano y tener charlas sin sentido o sólo estar en silencio, llegarte escuchar a casa, dormir contigo, tener una vida justo a tu lado.
Quiero decirte que mis silencios no son más que una demostración de comodidad en tu presencia, el solo verte y escucharte me reconforta, se que te desesperas y piensas que me pasa algo, algunas veces si, otras no. Pero amor, si quiero todo lo mencionado... Si lo más cerca que puedo estar de ti es una videollamada no tienes porque pensar o dudar que no tengo ganas de ti.
Ya no se si contar el tiempo o ignorarlo lo hará más ligero, pero lo que se es lo mucho que te amo, que me vuelves loca y agradezco que me soportes así como soy aunque te duermas en medio de mis pláticas de crisis. Eres la mujer de mi vida, de esta vida que estoy viviendo justo ahora y quiero que lo sigas siendo durante mucho tiempo más o al menos hasta que me lo permitas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario