Pandita

Ninguna está en condiciones aptas para esta situación, ni tú por tu nueva vida de aclaraciones y autoconocimiento ni yo por el simple hecho de que no se estar con alguien más que no sea yo.
Todo esto puede estar residiendo en el simple egoísmo de querernos sin querernos y claro, te puedo explicar el por qué: Por necesitar a alguien que esté contigo del modo que lo hago y por alguna razón del destino mis palabras te llegaron justo en medida de lo que necesitabas leer o escuchar y no, no fue mi plan, simplemente coincidieron mis momentos de inspiración con uno que otro de tus días en donde te sentías perdida, momentos donde la casualidad y mis sentimientos comenzaron a encontrarse para una sola dirección: Tú.
La incongruencia abunda en mis días y esta es una de ellas. Te sabes mi caos de pies a cabeza, así como yo el tuyo… pero ¿y qué? ¿A caso eso es suficiente para que nos comenzáramos a unir de este modo? ¿o fueron esos días de pláticas fugaces acerca de tu corazón herido y el mio confundido?.
Aun recuerdo cuando me dijiste algo como: “¿Haz revisado en mi baúl de los sueños?” fue una sensación extraña el saber que te gustaría algo así, y eventualmente fuimos formando lazos demasiados profundos sin darnos cuenta a donde nos dirigíamos… a donde nos dirigimos.
No se si fue tu modo de describir el amor a distancia, el que seas un lindo desastre, que desde el principio nos hayamos conocido como simples amigas, que me hayas regalado con tu amiga intensa y te haya hecho caso, o todas tus pasiones y sueños pero me haces sentir distinto, el que respetes mi espacio y tengas el tuyo propio, el que me hagas extrañarte aun sin saberlo, que te guste leerme, escucharme… que después de unos meses y estoy segura que si pasan unos mas no me vas a aburrir como el resto, quiero que sigas aquí.
Todos mis actos fueron completamente desinteresados, desde la primer noche que te leí poesía o que te cante como a cualquier persona a quien aprecio, pero después de tantos días se volvió algo distinto, especial.
Aun no logro entender el porque de mis celos, el porque me pones nerviosa, o por qué ni siquiera yo soportaría el hecho de hacerte daño… Estas letras no son en realidad promesas, ni se que sean en realidad. Solo quería decirte que te quiero y creo que me gustas, que me gustas bonito.