sábado, marzo 25, 2017

22 de Enero

Han pasado dos meses desde aquella noche que por primera vez cedí mi consciencia a lo que siempre me había perseguido. 
Recuerdo la canción de fondo (hermosa) y el ritmo de los latidos de mi corazón... me hacía nadar en algo más que una desesperación ahogada, me hacía sentir con protección y al mismo tiempo totalmente indefensa escondiéndome en un mar de gritos acumulados, de lágrimas que transparentaba mi locura encadenada que se había resistido los últimos 22 años, que me causaba temor y angustia por quienes me habían amado en algún momento de sus vidas o me amaban a lo lejos justo en ese instante, un impulso descontrolado que trajo dramas inesperadas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario