domingo, noviembre 24, 2013

Despedida

Quizá no supe hasta el momento en que sucedió, siempre pensé que una casa o una ciudad con las personas correctas seria mi hogar.
Me sorprendió el darme cuenta que en realidad nada de eso importa, lo único que necesitas para tener un hogar es el amor incondicional de la persona que te ha cuidado y criado a lo largo de toda tu vida.
Creo que como mujer sensible que soy, oculto mas de lo que creo y despedirme de quien quiero y conozco desde siempre es una de las cosas mas difíciles que he hecho. 

Unas ganas de llorar me invadieron al despedirme, no se de donde surgieron los nudos de mis garganta, no sabia ni siquiera con que emoción caían por mis mejillas. No era tristeza, no era alegría, enojo ni frustración... Solo eran lagrimas de una despedida.

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